Y son los vendedores de castañas los primeros en dar el pistoletazo de salida para lo que viene a ser una de las fechas más bonitas y entrañables del año, ese olor inconfundible y esa imagen en una fría tarde de otoño se hace de lo más acogedor, comprarlas y compartirlas en familia alrededor de la mesa.
Pero es que ya está la Navidad a la vuelta de la esquina, queda una semana para que la mayoría de los hogares del mundo se decore para esta festividad. En mi casa desde pequeña la tradición es montar tanto el Belén como el árbol, el día de la Inmaculada (8 de diciembre).
Y ya algunas ciudades han iluminado sus calles para mostrase más bellas si cabe, como es el caso de Londres.
Por mi parte ya he comprado algún que otro detalle, porque me encantan esos escaparates decorados para que caigamos en la tentación, puro consumismo sí, pero que bonita y alegre se ven las casas con esos adornos, su colorido, las luces, la música... Pero no todo se tiene porque comprar, también podemos hacerlos nosotros mismos, sin más en una excursión que hice a Ardales, visita más que recomendable para los amantes de la Naturaleza, recogí piñas caídas en el suelo para elaborar un bonito centro de mesa.
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Y si hablamos de mesa, que es lo que no puede faltar en ella en Navidad, pues el dulce típico por excelencia, los mantecados de Estepa, y es que este año nos hemos ido de compras hasta allí para deleitarnos con el olor que desprenden sus hornos, en especial los de La Despensa de Palacio , sino lo habéis probado, os invito a ello, tienen una gran variedad de productos en los que destaca el Chocolate, no pudimos resistirnos a comprarlos, ya que su vitrina tan ricamente expuesta, el olor que hay nada más entrar y ver como se hacen artesanalmente, hacen que caigas en la tentación, tienen en la propia fabrica una visita guiada de como lo elaboran además de contar su historia y orígenes.
Pues lo dicho, la Navidad "is coming" y sigo preparándome para ello, ya os iré relatando cómo.
¡Disfruten de los preparativos!
